Todos nos volvemos locos alguna vez.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Dos


He sobrevivido más de mil muertes.
Vi morir un millón de seres. Y resurgir luego de ser cenizas.
He sobrevivido tus partidas, tus llegadas y tu compañía.
Tus malas palabras. Y las mías.
La ironía, la idiotez y el talento que florece del orgullo.
Las buenas noches y los buenos días.
He sobrevivido amarte y ya no hacerlo, que me llenes y vacíes.
Los caprichos de la histeria, los llamados en espera.
Las colas en los bancos, los nervios al darte un regalo.
La explosión de desvestirte y no querer que te vayas.
El estiramiento de mis brazos buscando bajo la cama.
Tus aros olvidados en mi almohada.

Y sobreviví cien mil lagrimas, 
de agua bendita y agua estancada.
Tus suspiros y los nuestros
.
Un paro cardíaco por cada sonrisa dada, 
y la extraña sensación cuando me mirabas.
Yo podría de hecho, declararme inmortal.
Y caer desde un rascacielos con dos hojas de palmera.
Pero aún así y a pesar de todo
sigo sintiendo que muero.




Un

El amor es el milagro más triste
del vuelo más deseado
de la curva de las sienes de un suicida
y la gota de sudor cayendo.

Un par de alas, rotas
desteñidas
que en el afán de sentir el aire caen perplejas
ante los pies del gigante odio
que con tan solo un paso nos deja fuera.

Añorando caricias y pensando besos
y sintiendo los labios húmedos del tiempo.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Herirme es bastante fácil.

Solo te pido dile, que no tenga miedo de mi.
Solo te pido hazle, saber que ya no me amas
y que crees estar segura que ya no te amo yo.
Solo te pido dile, que no sienta pena por mi.
Ni temor, ni nada de eso.

Vi en sus ojos oscuros el mismo temor que sentía yo.
Vi en tus ojos claros el mismo brillo que emergían al mirarme.
Ya no hay silencio que valga entre nosotras que no haya sido arrebatado.
Me ví reflejada en alguien que no era,
y escuché el silencio de una charla ajena.
Sentí tu amor que ya no era mio,
me eché a llorar porque eras tú
en un minúsculo parpadeo
quien ya me había perdido.