Para nadie,
para mi misma.
Luego que leo mi propia historia, ésta se vuelva ajena.
A una distancia considerable de lo que puede ser mi mundo,
donde eso que sucede, jamás ya me puede hacer daño.
en un lugar remoto donde las cosas suceden a otros.
Donde uno puede identificar un sentimiento y luego olvidarse.
Mi historia en un papel abandonará el cuarto donde habita secretamente en mi,
ya será parte de quien quiera leerla, o escucharla.
Infinitos serán los paisajes y rostros para entonces, que describan para uno lo que narra.
Escribo y dejo en libertad un espacio y un tiempo que fue,
para que siga siendo, por siempre.