Todos nos volvemos locos alguna vez.

martes, 25 de mayo de 2010

EL LOCO APLAUDÍA


Y el loco aplaudía.
Se le desgarraba el alma de alegría.
Y aplaudía, porque lo hacía vivir.
Con agresividad y ternura aplaudía. Con clemencia y con locura.
Porque estaba loco, eso se decía.
Y ya culminaba la tarde mas larga de su vida.
No se pudo contener a esa amable melodía.
Por eso aplaudía, con los callos en sus manos el loco aplaudía.
Se paraba y se llenaba de alaridos pero elegía el suspiro.
Aplaudía y soñaba. Tenía los ojos bien abiertos.
No estaba loco ese día.
Sentía placer. Que locura linda. pensaba (?)
Solo dejó de aplaudir cuando quiso escuchar las corcheas entrar en sus orejas.
Instantes solamente, porque aquel día aplaudía. Su mejor lucidez.
Fantasías, realidad, en sus orejas y manos.
Que cercano se sentía, que lejano y emocionado.
Felicidad absoluta, colmado de flores estaba.
Aplaudió hasta la noche. Y salió en televisión.
No tenia qué perder, mas si qué ganar.
con su mente apludía, en su espalda aplaudía.
Pero el loco aplaudía porque se le agotaba la vida.

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